


Viaje a Brasil
Iguape


Una historia, no comprobada, cuenta que en 1498, un grupo de españoles hubiese desembarcado en la región y dado origen a un pequeño poblado llamado Iguape, en referencia al nombre que los indios daban a plantas comunes en aquel lugar. Algunos años después, un navío pirata francés hubiese atacado el poblado y destruido todos los registros oficiales. No se sabe si eses factos realmente ocurrieron, pero no restan dudas que los primeros años de la historia de Iguape fueron marcados por la presencia española.
En 1635 ya existía la "Casa da Oficina Real" de Fundición de Oro, la primera Casa de la Moneda de Brasil, hoy Museo Municipal de Iguape. Debido a la busca riquezas, los colonizadores se dirigían al interior del Vale do Ribeira. La noticia de la descubierta de oro en la Serra de Paranapiacaba intensificó mucho la navegación por toda la red fluvial llevando la formación de nuevos pueblos, actualmente transformados en ciudades como Registro, Eldorado Paulista, Iporanga, Jacupiranga y Sete Barras.
Por vuelta de 1780, el ciclo de oro había llegado al fin y muchas familias abandonaron la región. No obstante, desde el principio del siglo XVIII, los terrenos alagados del "Vale do Ribeira" ya habían siendo aprovechados para grandes plantaciones de arroz, de excelente cualidad, que pasó a ser intensamente comercializado en Iguape y de allí exportado para Europa.
De 1820 a 1900, Iguape conoció un período de grande prosperidad y vivió su apogeo económico. Cinco beneficiadores de arroz trabajaban continuamente, abasteciendo una media de diez navíos grandes por semana; bancos garantían el andamiento de los negocios; seis jornales circulaban en la ciudad; la populación estaba acostumbrada a frecuentar espectáculos viendo directamente de Europa y la Francia mantuve un consolado permanente en la ciudad.
Iguape era tan importante como Río de Janeiro o Salvador, y consecuentemente no tenía dificultades de obtener los recursos necesarios para la construcción de una de las mayores y más polémicas obras hidráulicas de la costa brasileña: El "Valo Grande".
Fuera del arroz, otros productos proveniente de todo el Vale do Ribeira eran transportados por embarcaciones hasta un puerto fluvial a las márgenes del río Ribeira, en las proximidades de Iguape y de allí por vía terrestre, hasta el puerto marítimo donde eran embarcados en grandes navíos. Con el intuito de facilitar y baratear el transporte intermediario, fue solicitado a D. Pedro II una licencia para la abertura de un canal de 4 m de largura y 2 km de extensión, ligando o puerto fluvial al marítimo, obra concluida en 1855, después de mucho trabajo.
El emprendimiento, idealizado para mejorar las condiciones económicas de Iguape, no previó el facto de que las aguas voluminosas del río, ahora encontrando un camino más curto para el mar, al pasar por el canal irían corroyendo los barrancos, invadiendo los terrenos próximos al río y amenazando la región de inundaciones.
Con el azoramiento del puerto, los negocios fueron se tornando inviables, resultando en la rápida decadencia económica de la región. Las personas abandonaban Iguape, y quien permanecía encontraba serias dificultades para se mantener con la pesca de pescados y camarones, entonces muy reducida en las aguas costeras invadidas por grande cuantidad de agua dulce.
Con la inmigración japonesa, el núcleo de Registro se tornó el centro económico de la región en el siglo XX. Plantaciones de plátanos comenzaron a substituir los campos de arroz a lo largo del río Ribeira de Iguape y la cultura del té fue introducido en las colinas. Estas actividades permanecieron hasta hoy en día la actividades económicas principales de la región – Turismo en Brasil / Senderismo.
Véase también: São Paulo - Curitiba (tour con guía)
São Paulo - Curitiba (mapas en CD - Rom)